No hay algo más delicioso que pasarse un día de playa, tomando el sol, disfrutando del mar y luego comerse un rico pescado frito bien fresco acompañado de un buen moro de guandules con coco.
Desde temprana hora de la mañana los restaurantes y comedores populares se preparan para tener listo su menú del día. En la Playa La Caobita suenan los pilones majando el orégano, temprano se pelan los plátanos, en otra caseta un fogón encendido con un caldero ablandando los guandules.
En esta playa comerse un pescado frito es toda una delicia, cada cocinera se esmera para hacer la mejor creación y es que en esas casetas hechas de palo, chagua y canas, hay mujeres que tienen una gran pasión por la cocina dominicana donde se esmeran para brindar lo mejor de la zona a la gente que les visita.
La Chava y Loyda son cocineras famosas que ponen en sus platos el ingrediente principal ¨El Amor¨. Todos orgullosos de lo que ofrecen cuidan el entorno con el objetivo de que siempre vuelvan a vivir la experiencia.
En la playa Monte Rio, aquí no solo se come un buen pescado sino que hay una variada selección de mariscos. Los restaurantes están frente a la playa y es como estar en el paraíso, en lo que esta la comida se puede tomar un barco que cobra 300 pesos y puede tomar un exquisito baño en Playa Blanca.
Los restaurantes se suplen diariamente y ofrecen lo que los pescadores consiguen. Verdaderamente es un deleite para el paladar sentarse en una mesa con vista al mar y poder degustar un pescado fresco con unos crujientes plátanos fritos.
En estos lugares hay una excelente relación calidad precio y además toda su carta es apetecible.
Es maravilloso vivir un escenario de lujo donde mar y montaña forman parte de las riquezas del entorno y prácticamente el producto llega dando aletazos a la mesa.
