
El Bacalao Noruego se elabora con el mejor tipo de bacalao, el Gadus Morhua, capturado en las frías, puras y cristalinas aguas de la costa de Noruega. Se sala a través de un proceso tradicional de salazón, que dura entra 18 y 21 días.
Tratando esta fina materia prima de esta manera, el pescado mantiene tanto el sabor como el valor nutricional, diferenciándose del pescado fresco por la extracción del agua (con sal) y el proceso de curación durante la salazón. Gracias a este proceso, viejo conocido de los quesos y embutidos españoles, mejora el sabor del Bacalao Noruego. Los pescados curados presentan tonalidades amarillentas e incluso grisáceas, exclusivas de los bacalaos de Noruega, que evidencian la máxima calidad y su origen.
Este proceso, completamente natural, contiene un tono ligeramente amarillento a la carne del bacalao, conservando su delicado aroma y prolongando la vida útil de este producto desde que sale del mar hasta que llega a la mesa.
¿Cómo se desala?
Una vez cortado el bacalao en trozos se pone al chorro del grifo para quitarle la sal gorda de su parte exterior. Se puede retirar la piel antes de ponerlo en remojo, pero es más fácil después. Colocar los trozos en una cazuela con abundante agua de 22 a 48 horas.
Durante ese tiempo se cambia el agua un mínimo de tres veces, procurara que el agua este bien fría, para evitar que el bacalao se abra, incluso se puede añadir hielo de vez en cuando, a mayor tamaño y grosor de la pieza, más tiempo de remojo.
Pasadas las 48 horas se saca, se escurre, se descama y se seca con un paño, el Bacalao Noruego que ha sido desalado previamente puede ser congelado y de esta forma estará rápidamente disponible.
Historia de Pesquera Noruega
Ola población pesquera noruega vive en o cerca de su accidentada franja costera. Los noruegos se ganan la vida pescando desde mucho antes de la época de los vikingos.
De hecho el pescado salado y desecado ha sido un importante producto comercial durante siglos. Nuestro país fue una de las primeras remesas de Bacalao Noruego Llegaron a España en 1692 y durante varios siglos, Noruega fue el principal proveedor de la sociedad española.
La existencia de otros alimentos curados, como jamones y quesos, allanaron el gusto de los españoles por el Bacalao Noruego y su textura y sabor particulares, fruto de la curación. Hoy el bacalao es una de las especies de pescado más importantes de Noruega. Gracias al empleo de técnicas de gestión de recursos instauradas por el gobierno, basadas en un férreo marco conservacionista, los bancos de bacalao se han consolidado, mientras que en muchos otros mares se han agotado las pesquerías.